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Las series que nos quitan el sueño

Por Javier Lyonnet

Mirar la tele ya no es lo que era. Los espectadores están cada vez menos pendientes de los horarios pero ansiosos por los estrenos de nuevas temporadas. Es que la popularización del consumo a demanda alienta un cambio de hábitos y consolida nuevas tendencias. Las series, en particular, revivieron con fuerza, acaparando la atención.

El programa ya no es necesariamente sentarse frente al televisor. Tablets, laptops, smartphones son pantallas cada vez más aceptadas. También va en retroceso la costumbre de mirar en familia, en grupo y hasta en pareja: lo más común es mirar en soledad y cada cual a su ritmo. Es que el formato de exhibición actual pone a disposición de los espectadores horas y horas de material de estreno. Con todos los capítulos de una serie disponibles se acabó la tensión de esperar una semana para ver qué pasa. Hay distintos perfiles de seguidores de series: están los adictos conscientes y de larga data, los fanáticos más recientes que todavía no saben controlar el vicio, los espectadores ocasionales y con códigos propios. LARA consultó a algunos de ellos y recorre todo el espectro. Velvet, Grand Hotel, El Tiempo entre Costuras, The Good Wife, Jessica Jones, Juego de Tronos, Downton Abbey, Homeland, House of Cards, The Walking Dead, Narcos, Orange is the New Black, son algunas de las series actuales y recientes más populares. Entre los mojones históricos del género se cuenta un puñado de series que transformaron la experiencia: Archivos X, Los Soprano, Lost, Breaking Bad y la aún vigente House of Cards.   series-carina-novarese

¿Qué serie no mirás?

Si uno le pregunta a Carina Novarese “¿qué serie mirás?” tiene que estar dispuesto a escuchar como respuesta una larga lista. “La pregunta más eficiente sería ¿Qué series no mirás?», advierte. “Me engancho por períodos pero tengo algunas fidelidades intocables: The Good Wife, House of Cards, Game of Thrones, Downton Abbey (que ya terminó, sniff). Me encantan casi todas las inglesas (la última War and Peace, en miniserie). La sorpresa del año pasado fue Olive Kitteridge, buenísima. Y si hay una tercera de Mozart in the Jungle me prenderé seguro, porque las dos anteriores las devoré. También estoy esperando la tercera de The Fall. En el campo de las fidelidades «a medias» me enganché con Black Code y con Mr Robot (que cuesta agarrarla, pero luego no te suelta). Entre los placeres culposos sigo a Scandal (cada vez más dementes y malos, pero qué bien se viste Kerry Washington) y Suits (ya ni se por qué)”. La periodista, gerente multimedia en El Observador, dice que pasó de ser una telemaníaca a una serieadicta “pero no frente a la tele” y que dejó de lado la programación de la TV tradicional hace unos cinco años. IPad y laptop son hoy sus soportes preferidos. Este comportamiento coincide bastante con los hallazgos de los últimos estudios de la industria, que indican que el consumo de la TV lineal ha cambiado, enfocándose principalmente en eventos deportivos y shows en vivo. Al mismo tiempo, ha crecido la demanda por ver “TV no lineal” -programación disponible de forma inmediata, sin horarios preestablecidos- como series y películas. Así lo indica el analista argentino Gustavo Mónaco, de 1984 Media Consulting y especialista de la industria de las telecomunicaciones. “Los estudios siguen confirmando que los latinoamericanos están pasando más tiempo viendo TV On Demand. Según la última versión del reporte anual de Ericsson ConsumerLab TV & Media Report 2015, el 36% del tiempo que los usuarios de América Latina ven televisión y video, que representa casi tres horas, lo hacen por medio de servicios bajo demanda”, afirma Mónaco. El crítico de televisión colombiano Omar Rincón complementa el concepto: “los formatos preferidos para ver TV On Demand son sin lugar a dudas las series, quedando la TV en directo para eventos como fútbol y espectáculos en vivo”. series-camarotta

Películas de 13 horas

Gonzalo Cammarota es un consumidor casi problemático de productos culturales. Durante años compró temporadas enteras de series en DVD que se mandaba traer de EEUU. “Cambié un poco de películas a series, pero lo que sustituí fue la TV tradicional; prácticamente miro solo deportes y uso los tiempos que antes podía dedicar para mirar en TV abierta, algo rioplatense o programas nacionales que ya prácticamente no miro”, dijo a Lara. La lista es larga. “Terminé House of Cards, Daredevil, Walking Dead… he mirado millones: Soprano, The Wire, Breaking BadLost la miré en tiempo real en la tele, miré The Shield, Sons of Anarchy, House”. “Miro de noche o los fines de semana, miramos House of Cards en una maratón de sábado a las 6 de la tarde hasta las 3 y la rematamos el domingo”, contó. De todos modos, cual adicto en reunión anónima reconoce: “Estoy consumiendo menos que en otras épocas”. El conductor radial identifica que las producciones de la nueva generación están adaptadas a la forma de mirar actual: varios capítulos seguidos. “Los tipos narran esperando que consumas de esa manera, y no la secuencia semanal, la continuidad y el ritmo están pensados de esa manera”, afirma. Tal cual. Los responsables de títulos como Jessica Jones, Daredevil, House of Cards u Orange Is the New Black son conscientes de que buena parte de su público verá todos sus capítulos en pocos días, lo que les permite desarrollar historias con una serialidad más acentuada, indica El País de Madrid en una nota reciente. Se trata de “ficciones complejas en las que no es necesario recordar al espectador algo que ocurrió dos capítulos antes porque lo tendrá fresco en la memoria”. En cierto sentido, la concepción de las nuevas series tiene más que ver con el cine, asemejándose a películas de 13 horas, lo que para los creadores de ficciones es un terreno nuevo y con más posibilidades. “Es el público el que ha creado esta nueva forma de ver la televisión y somos nosotros quienes debemos darles los arcos de 12 o 13 horas de historia que quieren ver”, considera el experimentado actor Tim Robbins, protagonista de la serie de HBO The Brink.   series-debbie

Un vicio nuevo

“Cuando veo no suelto, trato de no ver mucho; si me engancho no puedo soltar”, confiesa la estilista y asesora en moda Debbie Goldfarb. Y entra en detalles: “Grand Hotel me la vi desde un sábado al mediodía al domingo al mediodía, sin dormir: El Tiempo entre Costuras, que son menos capítulos, la vi en un noche; empecé a ver Velvet pero la tuve que largar…”. Para Debbie las series son “un vicio relativamente nuevo”. Es un mundo al que se negaba a ingresar, por más que estuviera latente a su alrededor. Ahora tiene el hábito de conectar la compu a la tele desconectarse del mundo, si la llaman por teléfono no contesta, mira sola porque no le gusta que le hablen y dice que no va “ni al baño”. Es más, “donde vaya a perder la conexión me da un ataque”, reconoce. Si bien dice que no deja de trabajar ni de salir por ver unos episodios recién salidos, asume que ha llegado a compenetrarse al punto de aislarse y, sí, resignar alguna otra actividad. Para Carina Novarse las ventajas de la “nueva normalidad” televisiva son que “ves cuándo, cómo, dónde y con quién querés, además de un acceso casi ilimitado a material de todo tipo de calidad, incluyendo excelente calidad”. ¿Desventajas? “No hay. No soy de las que dicen que la familia debe reunirse siempre frente a la tele. Mejor reunirse a cenar juntos y que después cada uno mire su serie”.   series-leo-lorenzo

Domingo de noche, en la cama

El actor y conductor Leonardo Lorenzo es un espectador de series atípico. Disfruta sin fanatizarse, sigue su propia rutina, y casi nunca ve dos episodios seguidos porque “es como lavarse los dientes después de haber comido un plato exquisito”. ¿Qué series mirás o has mirado? Mi pasión por las series comenzó con Los Simpsons, que comencé viendo en Canal 4 y grabando en VHS. Al día de hoy tengo en el disco duro todas las temporadas. Cambian los soportes pero no la pasión. Actualmente estoy viendo la 4ª temporada de House of Cards y la 2ª de Fargo. Tengo en lista de espera la 2ª temporada de True Detective y de Better Call Saul. ¿Cuándo y cómo te enganchaste? Sin contar Los Simpsons la primera serie que seguí fue en 2009 Breaking Bad. Leí que Stephen King había dicho: “me hubiera gustado ser mosca para estar en el momento en que Vince Gilligan le vendió la serie a Sony” y me la terminó vendiendo a mí. ¿Cuál es tu horario preferido para mirar, qué dispositivo y qué lugar de la casa? Advierto a los fanáticos de las series que las respuestas que siguen van a herir sus sentimientos. Únicamente los domingos de noche, solo, en mi computadora y acostado en la cama. ¿Qué dejaste de hacer por ver series? Ver películas, ver TV “tradicional”, salidas, otros entretenimientos. ¡Nada! Al contrario. Si no es el momento perfecto para verla no la veo. El último capítulo de Breaking Bad lo vi un mes después de ver el penúltimo. ¡Yo les avisé! Has consumido series: A – Solo B– En pareja C– Con hijos. D– Con amigos A y B. Todas solo, excepto las dos primeras temporadas de Homeland. Tenemos gustos bastante diferentes. ¿Compartís lo que mirás en redes sociales, buscás repercusiones, evitás los spoilers? Si me preguntan si tengo alguna serie para recomendar lo hago, sino no. Sospecho que todos creemos que la serie que miramos es la mejor y cuando alguien te recomienda la suya no queremos que tenga razón. Pero si me preguntás, te recomendaría las tres temporadas de Sherlock de la BBC con Benedict Cumberbatch y Martin Freeman (el mismo de Fargo). Ah ¿no me preguntaste? ¿Cuáles considerás que son las ventajas y desventajas de esta nueva forma de tv on demand? La ventaja: la inmediatez. La desventaja: la inmediatez. ¿Cuál es la circunstancia, horario o lugar más extraño en el que dijiste, “y bueno, tengo 40 minutos, me miro un episodio”? Si no es raro todo lo que te dije antes…Pero sí hay algo más extraño todavía: en pocas ocasiones vi dos capítulos seguidos de una serie y porque era una que mirábamos con mi esposa. Me gusta quedarme con el sabor del final. Ver varios episodios al hilo es como comer un plato exquisito y enseguida lavarme los dientes. El 98 % de las series que vi me las bajé a la compu. ¡Y tengo Netflix! Los realizadores trabajan un año para hacer diez capítulos y uno se las ve de un saque un fin de semana. Algún trabajo nos tenemos que tomar para retribuirles el esfuerzo ¿no? Y por último: cuando algún episodio es demasiado excitante o híper violento, para bajar, me miro un capítulo de Los Simpsons y me duermo como un angelito.

Testimonios de fanáticas

“El sábado me desvelé a las 6 a.m., me preparé el desayuno y me puse al día con El Tiempo entre Costuras”, (Inés 43 años)

“Mi marido me dice que estoy enamorada de Alberto, el protagonista de Velvet, y capaz que algo de razón tiene”, (Gabriela, 38 años)

“Todos los jueves me junto con mis amigas a tomar un copetín y mirar la serie de turno”, Milita (79 años).

“Con mi marido llegamos a ponernos el despertador una hora antes de despertar a los chicos, para avanzar con una serie más de Homeland” (Pilar, 46 años)

Glosario

On Demand. Televisión a demanda, disponible para ser visto en el momento que el usuario quiere.

Binge Watching. Anglicisimo que define la “maratón televisiva”; fue elegida la palabra del año por el diccionario Collins.

Spoilers. Revelaciones indeseadas sobre el argumento de una serie, comunes en redes sociales.

Cliffhangers. Momentos de tensión que sostienen el final de un episodio y generan expectativa.

Cifras

– Entre 2011 y 2015 la audiencia de contenido On Demand se duplicó: un 121% en series y programas de TV y un 90% en películas

– En 2015 la cifra de series realizadas en Estados Unidos alcanzó un nuevo récord: 409 dramas, comedias y miniseries fueron desarrollados por las cadenas de televisión abierta, por cable y plataformas.

– La cifra marca un crecimiento del 9% respecto a 2014, año en el que se desarrollaron 376 series; y un incremento de 94% si comparamos la cifra con 2009, que contó con 211 series producidas.

– The Walking Dead mantuvo en sus tres primeras temporadas un rating promedio de 11.5 millones de espectadores por episodio –tan sólo en Estados Unidos–, con picos en algunos capítulos de hasta 14.8 millones.

– Los productores de House of Cards, protagonizada por Kevin Spacey, recibieron de Netflix casi 100 millones de dólares para la realización de las dos primeras temporadas, de 13 capítulos cada una.

– En diciembre de 2015 Netflix llegó a los 75 millones de miembros en todo el mundo: está presente en 190 países y el año pasado sus usuarios pasaron 42.500 millones de horas viendo películas y series.

Las series según Bafico

El psicólogo Jorge Bafico vincula este extendido hábito a la hipermodernidad y a lo que se llama “subjetividad de la época”, que se define como “un tipo particular de discurso que atraviesa y construye la subjetividad de quienes viven determinada época”. Más allá de esto reconoce que “las tramas que plantean las series son interesantes; hay un manejo de lo narrativo encomiable, además de plantear nudos dramáticos consistentes”. “Hoy, en el mundo globalizado y con las posibilidades de penetración cultural que brinda el desarrollo tecnológico, el discurso cinematográfico y el de las series de tv, particularmente el de los Estados Unidos, se ha convertido en uno de los modos más extendidos de discursividad social”, afirma el psicólogo. Bafico resalta un provocativo concepto del psicoanalista Gerard Wajchman, quien plantea tomar a las series de TV como una forma del “espíritu de un tiempo”, y plantea que “nuestro mundo está estructurado como una serie americana”.

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