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Historia de a dos: la alegría de estar juntos

Por Tessa García

Historia de a dos: Gastón Izaguirre y Verónica López

Gastón Izaguirre y Verónica López se casaron hace veinte años y para celebrarlo hicieron una fiesta memorable donde bailaron el vals, recibieron amigos y familiares y levantaron, junto a sus dos hijos, una copa por el hermano del artista, fallecido recientemente. Esta pareja poco tradicional exhala alegría, no solo por la personalidad arrolladora y verborrágica de Gastón sino también por la calidez de Verónica, una mujer especial que sabe sacar lo mejor de su marido y brillar ella también.

LARA: ¿Cómo se conocieron?
Gastón: Nos conocimos en Mercedes de chiquitos. Los padres de Verónica se habían mudado por cinco años a Mercedes. De chico ya la había visto y me había encantado y a los 17 encaramos. Después pasaron cosas por ambos lados. Y nos casamos a los 24. Yo me casé medio como un chiste, en realidad acompañé lo que Verónica quería sin ninguna expectativa y sin ningún formato de lo que todo el mundo puede considerar un casamiento.
Verónica: Cuando lo vi por primera vez su encare fue bien Gastón, estábamos en un baile del interior y vinieron las lentas y estábamos en el coqueteo de mirarte y de repente me mira, pasa por una columna y me dice: ´¿dónde estabas? te estuve buscando’.  Ahí pispié y me encantó que fue súper directo.

¿Qué fue lo que les gustó a uno del otro en la primera impresión?
G: Me encantó lo opuesto que es a mí. Tiene todo lo que yo no tengo y yo tengo todo lo que ella no tiene. Eso me atrae mucho. Y yo no creo en las parejas en las que no hay atracción sexual. Yo he probado de todo y mi mujer me da vuelta. A esta edad creo mucho en lo sexual. No sé cuando tenga 70 u 80, cómo será el asunto. Creo que las parejas funcionan cuando hay buen sexo.
V: Me sigue pasando que lo miro y me encanta Gastón. Así esté gordo y panzón, yo vibro con él. Y nos pasa que está buenísimo porque pasa el tiempo y me sigo divirtiendo, me sigo riendo, me encanta, es un tipo que está muy presente en su casa, capaz lo ves de afuera y parece una persona mucho más liberada por su forma de encantar a la gente.

¿Hubo algún click, algún giro especial que los consolidara como pareja?
G: No. Fue una atracción inmediata y después transitamos. No creo en el amor a primera vista, en nosotros fue algo que tuvo sus momentos, sus altos, sus bajos y ninguno de los dos ha pensado mucho en el estereotipo de la pareja. No tenemos eso de pensar que vamos a envejecer juntos, si lo hacemos estaría genial pero no lo tenemos como plan, que todo fluya. Lo que pasa es que esta sociedad vive la separación o el distanciamiento como un fracaso y eso es espantoso porque hace que estés atado a alguien por no zafar de un estereotipo berreta. La libertad ante todo, eso te une o te desune.
V: Yo tampoco pienso en si vamos a llegar a viejitos con Gastón. Trato de vivir ahora y lo que dure. Trascurrimos sin pensarlo ni programarlo. Cuando tuvimos hijos tampoco. No estoy de acuerdo con seguir adelante con una pareja por los hijos. Siempre pido de irte con dignidad, cuando se termine sé que nos vamos a respetar. Ojalá que no pase  pero si pasa… El peor año nuestro fue el 2014, de muchas diferencias, de luchar con muchas diferencias.

Gastón tiene una forma no tradicional de pensar, incluso la pareja, ¿cómo llegaron a un acuerdo?
G: Sí, y me ha funcionado. Por ejemplo, yo necesito por año dos o tres meses de estar solo, y me voy a Europa o a Estados Unidos. No creo en la fidelidad física. Sí creo en la fidelidad emocional pero no creo que estás cincuenta años con alguien y en algún momento no tuviste algo en otro lado. Es mentira eso, no se lo creo a nadie y menos a los varones. Y así como lo digo es como lo exteriorizo.
V: Vivo con una persona muy real, me lo dijo desde el primer día en que me conoció. Las veces que tuvo que decirme las cosas me las dijo de frente. No vivo en esa burbuja, a veces me ha pasado de tener que manejarme con un paquete… Yo sé con quién estoy, tampoco soy tan liberal, más vale que no me entere… Pero vemos otras parejas y al final somos re sanos. Esas cosas pasan, y más después de 20. Pero hay algo en la educación que recibimos que hace que seamos distintos. Por ejemplo, yo si  me voy a Europa con mis amigas no se me ocurre levantarme un flaco, hay un tema educacional.

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¿Cómo encaran las crisis?
G: En nuestra pareja cuando tenemos crisis yo me voy para un lado y Verónica se queda acá, no es un terror el separarse y pasar el momento que haya que pasar. Si peleamos me voy al taller, eso es sanidad. Si estamos no coincidiendo un tiempo me voy un tiempo al taller, vivo ahí y tomamos distancias y ha funcionado, hace veinte años que funciona. Yo no creo en eso de tener que soportar. ¿Por qué nos metieron en la cabeza eso de soportar?
V: Gastón me enseñó mucho, que en el asunto de pareja no sigas picaneando. Al principio no me gustaba pero después fui entendiendo, cuando uno explota por cansancio laboral, los nenes, te subís al auto y empezás a pelear y ya ni sabés por qué… Hemos ido evolucionando y está bueno el aire. El aire con respeto. Cuando Gastón se va a Europa un mes está bueno extrañarse, sentir que te hace falta el otro. Cuando llega, él llega con ganas y lo valorás mucho más. Se educa en la pareja. No fue siempre maravilloso, fuimos aprendiendo, con discusiones, con paciencia.

¿Recuerdan cuándo empezaron a ser cómplices?
G: Enseguida que nos conocimos. Fue mucha atracción, fue la atracción sexual más grande que he tenido y en función de eso hemos tratado siempre de divertirnos. Tenemos la consigna de divertirnos y ha sido muy divertido todo este tiempo. Hacemos un viaje solos todos los años tipo quince días y la pasamos bomba.
V: Sí, esos momentos de estar solos… Cuando estás solo con tu pareja te despojás de todo, de los horarios, nos vamos a bailar. Yo no fumo pero me gusta tomar algunas copitas y nos reímos mucho.

¿Qué hacen para no caer en la rutina?
G: Tenemos vidas separadas, ella curte mucha cosa sola, yo curto mucha cosa solo, nos unimos en lo que hay que unirse, en lo que conectamos. Pero tenemos claro los dos que yo necesito de otra gente para mi intelecto poder sobrevivir. Yo necesito de mucha gente para poder ser feliz, no de mi pareja. No me va ese estilo.
V: Todos tenemos necesidades diferentes y las de Gastón las comparto,  las entiendo y las disfruto. Pero yo soy más tranqui, soy mucho del mate, tengo pocas amigas, las veo poco y me da pereza salir de noche.  A veces Gastón viene y me dice de hacer una cena con amigos y yo pregunto ¿cuántos somos? Me gusta que tenga una picadita o un vinito. Nunca es la gente que me dice, si me dicen doce son veinte. El arte nos ha traído mucha gente, se termina disfrutando mucho. Gastón es el motor de la pareja en la actividad, en proyectar y yo lo acompaño. Yo soy su calma, la parte racional. Gastón siempre el motor,  yo soy la que calma. Nos complementamos.

¿Qué roles cumple cada uno en su casa?
G: Verónica cumple el rol de la educación más formal, la de los hábitos, escuela, hábito de higiene, comida. Yo soy más como la diversión, ahora nos fuimos a Cabo Polonio, me fui solo con los nenes porque Verónica trabajaba y en cinco días no nos bañamos, no nos lavamos los dientes…y a mi me divierte. Soy lo opuesto. Ella es de la educación, el orden, los hábitos. Yo no tengo esos hábitos y estoy empeorando con la edad…

¿Qué valores y formas de sus familias de origen eligen vivir en la familia que tienen hoy día?
G: No coincidimos mucho con la familia de origen de ninguno de los dos. Lo que sí tenemos claro es la honestidad, decir las cosas por su nombre y vivir en la verdad.
V: En la libertad, que cada uno tenga su pensamiento y lo diga. La libertad de ser, de decir las cosas, de ser claro y no mentir.

¿Qué tiempo dedican a los amigos?
G: Mucho. Yo soy muy social, ella no lo es tanto. Yo necesito de otros intelectos para ser feliz, no me basta la pareja, ni los hijos. Necesito todo el tiempo de otra gente, soy un bicho de observación y acredito mi felicidad a esas conexiones de amigos que amo.
V: Comparto esa vida pero tengo mis amigas que no son amigas de Gastón. Mis mejores amigas son las confidentes, la que lloro, hablo. Y me apoyo mucho en mis dos hermanas y en mi mamá que también conocen los momentos duros que nos tocó vivir. Disfruto los amigos de Gastón, desde otro lado pero los disfruto mucho. Gastón lo genera, yo lo comparto

¿Cómo surgió la idea de celebrar la fiesta?
G: Fuimos a un casamiento que nos encantó. Y llegó marzo, cumplíamos 20 años de casados y me pareció un buen pretexto para festejar. Hice tal cual como si fuera un casamiento, con vals, con todo, pasó lo de mi hermano, me vinieron dudas de si hacerlo o no y en realidad en la fiesta sentí que lo despedía, que honrábamos la vida y fue fantástico. Lo disfruté mucho más que el casamiento. Tuneé el lugar y estuvo genial. Festejo todo el tiempo y Verónica acompaña. Festejo mi cumpleaños, a mitad de año hago fiesta con mis alumnos, a fin de año fiesta con mis alumnos, hago la fiesta del amor, en noviembre hago reunión. Amo festejar, viviría de fiesta. Mientras estemos bien, hay que festejar y no tiene nada que ver lo económico, te doy pan con manteca y un tetra brick y festejamos igual, la pasamos bomba. Fue más para festejar la vida que otra cosa.
V: La fiesta fue maravillosa. El 2014 no había sido un buen año entre nosotros, la pasamos muy mal, hubo mucha agresividad, mucha discordia y el 2015 fue muy bueno, nos alineamos, nos reencontramos, nos entendimos, fue un año  divino, nos fuimos con nuestros hijos por primera vez de viaje… Fuimos a un casamiento de un compañero y fue tan divertido, nos bailamos todo, nos reímos y Gastón me dice, ‘qué ganas de hacer una fiesta´. Y bueno, cumplimos veinte años. Hay que festejar. Compartir. Fue muy duro perder a su hermano y la fiesta fue una forma de despedirlo, levantarle una copa. Los Izaguirre son muy enérgicos, muy alegres. Si me hubiese pasado a mí, yo hubiera suspendido, pero  él dijo, ´no, hay que festejar la vida y la muerte también hay que saberla llevar’.

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Para ella

¿Una virtud de Gastón?
Es sincero, auténtico, sin filtro, todo te lo dice de la forma que le salga. Su energía de estar pensando cosas para hacer y siempre  pro, nunca es negativo, siempre está como compañero. Y es un padrazo. Además, Gastón me cuidó en la vida como nadie.

¿Cómo llevás su permanente exposición?
Hay cosas que no me gustan y tuve que aprender a entender que la mayor parte de su exposición es también lo laboral, hay que saber llevar toda la gente que se le acerca. Pero es parte de venderse uno, vincularse, moverse… Y aprendí a entenderlo, acompañando.

¿Cómo te visualizás de acá a diez años?
No me visualizo, nada podés programar, ¡ni el día!

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Para él:

¿Una virtud de Verónica?
La calidez. Yo me refugio en ella absolutamente todo el tiempo. Es mi cable a tierra, es la que más me baja, la que me estabiliza. Y lo sexual, que para mí es todo.

¿Cómo sobrellevás el hecho de que sean tan diferentes en el aspecto de sociabilizar?
A ella no le interesa mi mundo, ni mi noche, ni mi éxito, no le importa nada y a mí eso me libera. Esos que salen y está la mujer prendida del cuello… ¡es un horror! Yo creo en el individualismo y en función de él está la proyección de la pareja. No hay que perder el ‘yo soy’.

¿ Cómo te visualizás de aquí a diez años?
No me visualizo, yo qué sé. No sabés eso. A mi hermano en un mes le vino un dolor de barriga, fue al médico y se murió al mes y medio. ¿Qué voy a visualizar en diez años? ¡Yo no visualizo ni en dos meses! Mi hermano nunca había probado un cigarro, ni un vaso de cerveza, nunca supo lo que era la noche, nunca supo lo que era el humo, nunca supo lo que era un porro, y se murió como un perro en un mes y medio de cáncer de colon. ¡Si habrá que vivir el ahora!

Verónica: “Gastón es el motor de la pareja en la actividad, en proyectar y yo lo acompaño. Yo soy su calma, la parte racional. Gastón siempre el motor, yo soy la que calma”

“Me sigue pasando que lo miro y me encanta Gastón. Así esté gordo y panzón, yo vibro con él”, Verónica

“Cuando Gastón se va a Europa un mes está bueno extrañarse, sentir que te hace falta el otro. Cuando llega, llega con ganas y lo valorás mucho más. Se educa en la pareja. No fue siempre maravilloso, fuimos aprendiendo”, Verónica

“Vero tiene todo lo que yo no tengo y yo tengo todo lo que ella no tiene. Eso me atrae mucho”, Gastón

“Tenemos la consigna de divertirnos y ha sido muy divertido todo este tiempo. Hacemos un viaje solos todos los años tipo quince días y la pasamos bomba”, Gastón

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