Columna Alejandro De Barbieri
¿Qué nos hace bien? Ser agradecidos y cambiar de actitud es de las cosas que mejor nos hacen. Si queremos planificar un lindo 2018 podemos empezar por agradecer lo vivido este año, lo bueno y lo “malo”. Todo nos hace crecer como personas.
Llega fin de año y uno hace un balance de lo vivido. El tiempo corre cada vez más rápido, hemos perdido la dimensión del tiempo, la velocidad nos arrasa. Nos llevamos el mundo por delante o eso creemos mientras el mundo nos lleva a nosotros. Uno ve personas con poca libertad, como que eligen no elegir y flotar con la consecuente pérdida de salud de alegría de vivir y de responsabilidad que ello trae.
“Puedo elegir mi pasado”, dice Víktor Frankl, porque al elegir hoy que hacer, elijo lo que mañana va a pasar. Por lo tanto no estoy condenado por lo que va a pasar, sino que soy protagonista de lo que quiero que pase. Hace poco Savater en una entrevista decía: “Las personas libres no se preguntan qué va a pasar”. Me encantó esa frase porque toda persona libre hace que las cosas pasen y no queda relegado a una actitud expectante, o sea esperando que otro actúe. Me importa mucho destacar este énfasis en la libertad y madurez personal, la persona libre decide, con su historia con todos sus condicionamientos, pero hace algo con lo que hicieron de él como afirma Jean Paul Sartre. Esa libertad trae la responsabilidad, es decir mi capacidad para responderle la vida con acciones concretas. El cambio de actitud es una respuesta a la vida. NO existe no responder, la no respuesta también es la respuesta del pasivo, del niño inmaduro que espera que otro le resuelva las cosas.
El 2018 ya está “vivito y coleando” en nuestras esperanzas de un mundo mejor, de crecer en compasión, en empatía, en solidaridad hacia el que sufre. Crecer como hombres y mujeres para ayudar a construir sociedades más pacíficas donde el ser humano realmente se humanice con el otro y no quedemos víctimas del enojo, de la agresión de los impulsos. En este fin de año que ya es un tiempo de ansiedad, de apuro, de taquicardias y velocidad, conviene hacer una pausa: un minuto, dos minutos, un ahora de silencio… Es posible que al principio estemos incómodos con esta pausa pero esa incomodidad inicial es el silencio que precisa el alma para acompasarse, para poder caminar hacia un cambio de actitud que preciso para este tiempo que viene y que vendrá.
No descuidar al otro para no descuidarme a mí mismo. El decidir bien y estar bien pasa por la mirada de los otros. Y esos otros son mi pareja, mis amigos, mi familia, y también la sociedad, los que no piensan como yo, mi ex pareja, mis enemigos (sienta orgullo por sus enemigos decía Nietzche) y todos lo que me ayudan a co-construir un mundo mejor.
Por último, pero no menos importante, hacerse tiempo para perder el tiempo y contemplar la maravilla de vivir. Es cierto que hay noticias muy tristes que como sociedad nos preocupan y ocupan pero también dentro de esas tristezas hay alegrías hay esperanza de seguir construyendo un mundo mejor. Una pausa para salir de la locura cotidiana que nos dice que hay que comprar ya rápido. Tranquilo. Tranquila. La vida es un regalo. Regala tu paz y tu calma para ti y para quienes te rodean. Acepta lo que pasó y déjalo pasar, cambia de actitud y verás que todo cambiará.
Les dejo esta preciosa cita del poeta Jaime Sabines: «No te deseo nada para el porvenir, deseo que puedas hacerte un pasado feliz». Muy Feliz pasado 2017 con la Esperanza del 2018 que sin llegar ya llegó…
ALEJANDRO DE BARBIERI es psicólogo, logoterapeuta, comunicador y docente. Autor de Educar sin culpa, optimismo y entusiasmo para padres y docentes (más de 25.000 ejemplares vendidos, Libro de Oro 2015). Su nuevo libro Economía y Felicidad, claves para vencer el cansansio y vivir con sentido, se encuentra en librerías a partir del 4 de diciembre.
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